Los mexicanos conforman el país donde más se trabaja anualmente.
Los mexicanos trabajan aproximadamente 2 mil 225 horas anualmente. En promedio, 43 horas semanales y 8.6 horas diarias. Además, conforman la población que se retira a la edad más avanzada (73 años). ¿Sabías que en México el promedio de vida es de 75 años? Esto podría dañar la salud de toda la población económicamente activa. Las cifras fueron proporcionadas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). En contraste, Canadá es el país donde se labora menos tiempo; es decir, mil 703 horas anuales por trabajador.
En torno a los efectos en la salud, la sobrecarga de trabajo es un gran factor de riesgo. Según Rodolfo Nava Hernández, académico de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), encontró el incremento de probabilidades de tener problemas cardiacos. De acuerdo con el académico, las personas que trabajan más de 11 horas diarias tienen más riesgos de padecer depresión. Por su parte, quienes laboran 55 horas a la semana tienen 33% más riesgo de sufrir un infarto.
El estrés es uno de los aspectos más inquietantes derivados de este exceso laboral. De acuerdo con el investigador, este factor psicosocial aumenta el cortisol, hormona que incrementa los niveles de azúcar (y favorece la diabetes). De igual forma, debilita el sistema inmunológico, causa problemas digestivos y estimula la secreción de ácido gástrico. Entre otros problemas, se encuentra el incremento de la presión arterial. Incluso, ocasiona infertilidad, irritabilidad, palpitaciones, cansancio o dolores de cabeza permanentes. Otros efectos secundarios son la falta de apetito o gula, y alteraciones en los ciclos del sueño.
Los mexicanos y otros grupos poblacionales son víctimas del estrés laboral de forma frecuente.
“De hecho, los japoneses tienen una palabra para esto: karoshi, que significa muerte por exceso de trabajo” comentó Nave. Se calcula que 2 mil 300 nipones fallecieron en 2015 por este motivo. Las leyes de ese país consideran que, si alguien fallece en dichas circunstancias, el gobierno aportará a su familia 20 mil dólares. De forma paralela, la empresa contratante debe desembolsar hasta un millón y medio de dólares.
Fuente: Arena Pública.