La inestabilidad laboral y el teletrabajo genera que muchas personas produzcan más de lo necesario ante el miedo y la incertidumbre.
Marta Tur coge carrerilla y cuenta de sopetón cómo ha sido un día cualquiera en estos últimos nueve meses, cuando decidió apuntarse a un máster intensivo a sus 32 años para relanzar su carrera de comunicadora. Se agobia al recordarlo: “Me levantaba a las 06.00 para escuchar la radio, pasaba hora y media en transporte público escuchando las noticias para estar al día y no perderme nada. Al llegar trabajaba en las prácticas, hacía más horas de la cuenta, comía en un comedor estruendoso junto a mis compañeros, con los que seguía hablando del trabajo. De ahí, a clase. Práctica, teoría, trabajos. Hora y media de vuelta a casa”. Coge aire: “Por Dios… Llegaba a las 22.00, hacía la cena seguía con el trabajo de turno. ¿Ver una peli? Imposible. Si no retenía lo que me había dicho mi amiga hacía 10 minutos, como para empatizar con una historia. Solo paraba para lavarme los dientes y acostarme. Lo malo es que el estrés no me dejaba dormir. Y al día siguiente, vuelta a empezar”.
Autoexigencia, competitividad, adicción al trabajo, o lo que es lo mismo, productividad tóxica. Tur perdió su empleo al comienzo de la pandemia. Y, a pesar de trabajar desde los 15 años y tener un currículum bueno y extenso, decidió apostar por la formación ante la falta de expectativa laboral. Con suerte, pensó ella, la contratarían en una gran empresa. Pero su plan fue ambicioso hasta el extremo: “Me propuse ser la número uno de la promoción. No me permitía fallar. Pensaba que si un profesor se planteaba contratar a uno de nosotros, esa sería yo porque habría destacado sobre todos. Por eso trabajaba más de lo que me exigían en las prácticas y dedicaba a los trabajos horas
interminables. Siempre había algo que mejorar, que editar, que añadir”.
Pero, qué es exactamente la productividad tóxica, María Jesús Álava Reyes, psicóloga general sanitaria y especialista en Psicología del trabajo y las organizaciones, explica que es una situación que se da cuando se produce un exceso de trabajo, cuando se llega a situaciones límite. “Esto ocurre por miedo o exceso de presión. Producir se vuelve tóxico porque ese ritmo no se puede mantener a lo largo del tiempo y crea estragos en la salud. También crea un ambiente tóxico porque hay una descompensación entre el trabajo y el resto de tu vida”.
No es que la productividad tóxica solo se dé en el ambiente laboral. También ocurre si se obsesiona, por ejemplo, con entrenar cinco horas al día. Y cómo olvidar el confinamiento: “El mundo ardiendo, hecho un cristo, y nosotros en casa montando cursos online, visitando museos online, haciendo manualidades o cortándonos las uñas en nuestro Instagram Live para 32 espectadores”, como decía la escritora Anna Pacheco en una columna. Pero esta hiper-productividad ocurre especialmente en el trabajo porque es a lo que más tiempo dedicamos en nuestra rutina.
Y aunque esta situación es y ha sido habitual en nuestras sociedades hiperconectadas, la pandemia la ha avivado aún más. “El teletrabajo impide a muchos acabar tus tareas a las 17.00, por ejemplo, como antes”, explica la psicóloga Álava. “No desconectamos nuestros móviles y ordenadores, y todo a costa de un aumento de la jornada laboral con menos conciliación. A veces tenemos jornadas interminables, no hay límites”. Como le pasaba a Tur, que hasta seguía con sus trabajos el fin de semana. “Tenía que organizarme para ver a los amigos, si es que tenía tiempo”.
La productividad tóxica afecta más a unos que a otros. Los tres psicólogos consultados para este reportaje coinciden en que, sobre todo, destaca en las personas ambiciosas, pero también en aquellas que tienen una baja autoestima. Elisa Sánchez, psicóloga Laboral en el Colegio de Psicología de Madrid, explica: “Las personas con alto nivel de exigencia sienten que no son suficientes a pesar de lo que hacen. Siempre necesitan de la opinión externa o del reconocimiento para sentirse válidos. Para ellas es relevante el miedo. Esta ansiedad se ha acentuado con la Covid
por la incertidumbre y por no poder controlar lo que ocurre. ¿Qué es lo que sí pueden controlar? Lo que hacen ellos. Por eso trabajan más y, cuanto más lo vean los demás, mejor. Así tienen la sensación de que controlan el tiempo y su vida”.
José Ramos, Catedrático de Psicología del trabajo y las organizaciones en la Universidad de Valencia, también apunta a factores externos: las expectativas de la sociedad, la inestabilidad laboral y el ambiente: “En ocasiones nuestro trabajo se ve afectado por trabajar en entornos que son tóxicos y que nos exigen por encima de lo recomendable”. ¿El resultado? Nos sentimos presionados por miedo a no cumplir las expectativas de los demás. Lo que pensaba la joven Tur de los tutores de sus prácticas. “A mí nadie me decía que me fuera a casa, o que no volviera al día siguiente por haber trabajado tanto. Ellos estaban encantados. Pero la necesidad de cumplir te vuelve majara y te derrota. El que te la manda se ha quedado de rositas, y tú, loca”. Por eso a Tur, que es joven y que ya vivió la crisis del 2008, se le vienen los demonios al recordarlo: “No importaba que tuviéramos un trabajo aunque fuera una explotación, siempre había alguien que te decía ‘Ah, ¿que tienes trabajo? Entonces no te quejes porque eres afortunado’. Y nos lo creímos”. Por eso dice que en estos meses de agotamiento no podía parar de repetirse: “Que no me vuelva a pasar, que no me vuelva a pasar… “. Que no se quede sin trabajo, que no tenga que volver a poner copas, que no vuelva a sentirse infravalorada.
Así que llegados a este punto, ¿cómo reconocer que tenemos productividad tóxica? Habrá que escuchar las señales. Si le dicen que no tiene vida propia, sospeche. Si tiene ansiedad o estrés fuera de lo habitual, dude. Si tiene un estado de activación o nerviosismo, o si está agotado o saturado, piénselo. Hágalo si también cree que su estado de ánimo es bajo. Así lo explica María Jesús Álava en su libro de autoayuda La inutilidad del sufrimiento (La esfera de los libros).
La psicóloga Elisa Sánchez, directora de IDEIN, cree que deberíamos centrarnos en disfrutar del proceso y no solo en el resultado. “En lugar de quedarme sin cenar por terminar una última tarea, voy a quedar con un amigo, me voy a ir a caminar, voy a mirar el techo, lo que sea. Al igual que me pongo tareas para cumplir que no son sanas, puedo hacerlo para ponerme límites sanos y que sean buenos para mi relación con los demás”.
Para el experto José Ramos, el problema es detectarlo a tiempo, antes de que sea demasiado tarde. “Si consideramos el trabajo como un elemento importante, tendremos que prevenir el estrés. No podemos trabajar sin energía: hay que dormir, hacer deporte, salir con amigos”. También recuerda un compromiso a las empresas: “Es necesario entrenar a los directivos para que sepan hasta dónde es razonable exigir objetivos”. La experta Álava está convencida de que, en general, hay prácticas muy valiosas. “Cinco o diez minutos al día de entrenamiento de relajación o meditación nos vendría muy bien a todos”.
Al final, los tres expertos coinciden: la prevención, la terapia o ir al psiquiatra ayudará a evitar los efectos nocivos para la salud: insomnio y estrés, primero. Y después, la ansiedad y la depresión. A la experta Sánchez le gusta comparar dos tipos de personas en este sentido: “Las personas del tiempo medido y las del tiempo vivido. Las primeras están pendientes del reloj y de la productividad. Las segundas no lo miran, pero disfrutan del momento. Como la típica amiga que siempre llega tarde, pero luego se queda hasta última hora”.
La pandemia provoca productividad tóxica: cómo identificarla y librarte de ella
Las compañías que se preocupan genuinamente por el bienestar de sus colaboradores destinan recursos para iniciativas, escuchan constantemente al trabajador y entienden la conexión entre la salud de las personas y el negocio.
El enfoque en el bienestar de las personas es más que una buena actitud de la empresa hacia sus colaboradores, realmente es una estrategia de negocio que puede influir en los resultados de la organización y, por lo tanto, en su rentabilidad. Además, ayuda en la retención y atracción de talento, evitando fugas de perfiles claves.
Desde la perspectiva de Alma Lagunas, socia directora de Karan Consulting Group, una empresa que realmente se enfoca en el bienestar de los colaboradores atiende tanto su salud física como la mental.
“Si no tienes a alguien sano integralmente, de nada sirve que duermas bien, que comas sanamente y que hagas ejercicio, si en la parte emocional estás dañado, no te concentras, cometes errores, no atiendes bien a los clientes y no tienes motivación para participar, innovar o proponer. Te despiertas sin ánimo de hacer las cosas y sólo vas al trabajo porque tienes que ir”, expone la especialista.
De acuerdo con Willis Towers Watson, el 68% de las empresas que operan en México prevé un impacto negativo de la pandemia en el desempeño de sus colaboradoresen los próximos seis meses. “El estrés, la salud mental, física y financiera —éste último siendo el problema más grave durante los últimos seis años—, se han convertido en los principales desafíos de la fuerza laboral”, destaca la firma en su Encuesta de Diagnóstico de Bienestar 2021.
Los desafíos que dejó la pandemia en la salud mental de los trabajadores tienen un impacto directo en el negocio. Es por ello que en el contexto actual el cuidado de las personas cobra más relevancia.
Alma Lagunas considera que el gran desafío para las empresas no es sólo adoptar estrategias de bienestar con diversas prácticas y servicios, el reto es escuchar a los colaboradores para ofrecerles beneficios que realmente valoren.
“Si tú quieres un retorno de la inversión, tienes que preguntarle a las personas lo que necesitan”, subraya.
Según Karan Consulting Group, las características de una empresa con enfoque en bienestar son:
- Atención a la salud física y mental de las personas
- Escucha activa de los trabajadores
- Cuentan con variedad de beneficios y prácticas concretas
- Los beneficios se establecen con base en las necesidades de los trabajadores
- Destinan, como mínimo, el 6% de las utilidades para soluciones y acciones para el bienestar
- Los líderes conocen a su equipo de trabajo y promueven el uso de los beneficios
- Tienen un ambiente laboral sano
- Cuentan con certificaciones especializadas
Alma Lagunas afirma que las organizaciones que incluyen en su ADN el cuidado de las personas, tienden a tener una fuerza laboral más feliz, comprometida con el negocio, dispuesta a colaborar, con sentido de responsabilidad. Además, la rotación disminuye y la retención y la productividad incrementan.
Una empresa que tiene interés genuino en el bienestar de su capital humano fija un presupuesto anual para acciones y beneficios que ayuden a mejorar la salud de su fuerza de trabajo, los líderes promueven el uso de estas soluciones y el colaborador aprovecha las oportunidades que brinda la organización, detalla la especialista.
La directora de Karan asegura que los negocios con un enfoque en la salud de las personas tienden a tener crecimiento constante y enfrentan de mejor forma las crisis.
De acuerdo con el estudio El bienestar y su impacto en el desempeño de los colaboradores de Factorial HR y GOintegro, la mayor dificultad para implementar iniciativas de bienestar es la falta de presupuesto, al menos el 78% de las empresas a nivel global así lo percibe.
Los pilares del bienestar
En su e-book Bienestar laboral: 5 claves para el éxito, Minu destaca que las organizaciones deben involucrarse en la salud de sus colaboradores porque las afectaciones que pueden tener el tema físico, mental o financiero tendrán un impacto en la productividad y, por ende, en el negocio.
Sin embargo, el éxito del bienestar depende de cinco pilares que deben estar presentes en los espacios de trabajo: felicidad, liderazgo inspirador y responsable, inclusión, flexibilidad y cultura digital.
Éstas son las acciones enfocadas en el bienestar que debe realizar una empresa para cada uno de estos aspectos:
1. Felicidad
- Habla con tus colaboradores sobre qué les gusta y en qué actividades encuentran mayor satisfacción laboral para ubicarlos en el puesto que mejor concuerde con su talento.
- Pregunta por las metas personales y profesionales de tus colaboradores y encuentra la manera de ayudarles a cumplirlas desde la organización.
- Observa tu entorno e identifica las áreas de oportunidad para mejorarlo, pensando siempre en cómo alinearlo con los valores de la organización.
- Desarrolla actividades que fomenten el sentido de pertenencia y comunidad.
- Recuerda que es más importante construir una cultura organizacional de apoyo mutuo que una oficina con amenidades.
2. Liderazgo inspirador y responsable
- Desarrolla un objetivo común e inspirador y busca la manera de traducirlo a distintos lenguajes que conecten con cada nivel de la organización.
- Comunica las expectativas que tienes de tus colaboradores de manera clara y asegúrate de dar retroalimentación en el momento indicado.
- Demuestra congruencia entre lo que dices a tus colaboradores y tus acciones.
- Tómate el tiempo para conocer personalmente a tus colaboradores y construir lazos de confianza mutua.
- Asume tu responsabilidad como líder ante los éxitos, pero también los fracasos y transmite esa misma responsabilidad a todos tus colaboradores.
3. Inclusión
- Recuerda que la mejor perspectiva de género es la paridad.
- Apoya a las mujeres a desarrollarse profesionalmente considerando sus necesidades individuales, pero sin perpetuar sus roles de género.
- No preguntes por edad o género en tus procesos de reclutamiento, deja que la experiencia laboral y las competencias hablen por sí mismas.
- Considera cómo puedes adaptar tus espacios de trabajo y actividades para hacerlas más accesibles a personas con discapacidad.
- Fomenta una cultura de aceptación y orgullo sin presionar a tus colaboradores a compartir contigo su preferencia sexual o identidad de género.
4. Flexibilidad
- Habla con tus colaboradores para entender mejor sus necesidades individuales.
- Recuerda que los beneficios y compensaciones deben ayudar a cumplir los objetivos personales de tus colaboradores, no los de la organización.
- Desarrolla paquetes de beneficios y compensaciones que se adapten a la realidad de cada uno de tus colaboradores
- Plantea tus proyectos a partir de objetivos y no de horarios para fomentar la autogestión.
- Crea esquemas de trabajo que permitan a tus colaboradores balancear mejor su vida personal con la profesional.
5. Cultura digital
- Aprovecha herramientas como la automatización y la inteligencia artificial para reducir el trabajo operativo y concentrar tus esfuerzos en las relaciones laborales.
- Busca la manera de transparentar los procesos de la organización a través de herramientas y plataformas digitales.
- Crea programas de reskilling para ofrecer a tus colaboradores la capacitación que necesitan en materia digital para que puedan seguir creciendo dentro de la organización.
- Sé paciente y comprensivo con los colaboradores que no tienen competencias digitales o son temerosos de adquirirlas.
- Desarrolla estrategias para unir las distintas áreas de la organización a través de la digitalización para así impulsar nuevos modelos de negocios.
Los especialistas consultados por Minu coinciden en que la pandemia cambió “irremediablemente” el mundo del trabajo y especialmente el concepto de bienestar, lo que implica un desafío para las áreas de Recursos Humanos para entender las nuevas necesidades y afectaciones que puede tener la fuerza laboral
Fuente: El Economista MX
Incluso antes de la crisis del COVID-19, los problemas de salud conductual como la ansiedad, el estrés y la depresión estaban generalizados, constituyendo una de las principales causas de disminución del bienestar y cobrando un precio enorme en forma de absentismo, reducción de la productividad y aumento de los costos de atención médica.
Incluso antes de la crisis del COVID-19, los problemas de salud conductual como la ansiedad, el estrés y la depresión estaban generalizados, constituyendo una de las principales causas de disminución del bienestar y cobrando un precio enorme en forma de absentismo, reducción de la productividad y aumento de los costos de atención médica. En 2019, la Organización Mundial de la Salud calificó el agotamiento de los empleados como una afección médica, y señaló que su causa es el estrés crónico en el lugar de trabajo.
Las investigaciones muestran que los factores estresantes en el lugar de trabajo, como las largas horas de trabajo, la inseguridad económica, los conflictos entre el trabajo y la familia y las altas demandas laborales, junto con un bajo control laboral, son tan dañinos para la salud como el humo de segunda mano . Juntos, le cuestan a los Estados Unidos aproximadamente $ 180 mil millones y 120,000 muertes innecesarias al año.
Un estudio revisado por pares de 2015 estimó que el costo total del trastorno depresivo mayor en los Estados Unidos en $ 210 mil millones, una cifra que había aumentado 153 por ciento desde 2000. Aproximadamente la mitad del impacto económico fue atribuible a los costos del tratamiento, y el resto atribuible al ausentismo y presentismo (estar físicamente en el trabajo pero no en plena productividad) costos incurridos en el lugar de trabajo.
Un informe de Mind Share Partners de 2019 señaló que casi el 60 por ciento de los 1.500 encuestados empleados de la muestra en los sectores con fines de lucro, sin fines de lucro y del gobierno informaron haber experimentado síntomas de una condición de salud mental en el último año, y la mitad dijo que los síntomas habían persistido durante más tiempo. de un mes. El sesenta y uno por ciento dijo que su productividad en el trabajo se ve afectada por su salud mental. Más de un tercio del grupo, el 50 por ciento de los millennials y el 75 por ciento de los encuestados de la Generación Z, informaron que en realidad habían dejado sus trabajos, al menos en parte, debido a su salud mental.
La salud mental también es un problema de diversidad e inclusión. El estudio Mind Share Partners descubrió que los encuestados afroamericanos y latinos informaron haber experimentado más síntomas de trastornos mentales que sus contrapartes blancos y tenían más probabilidades de haber dejado un trabajo anterior por razones de salud mental.
La pandemia solo ha empeorado la situación. Una encuesta de McKinsey de aproximadamente 1,000 empleadores encontró que el 90 por ciento informó que la crisis de COVID-19 estaba afectando la salud del comportamiento y, a menudo, la productividad de su fuerza laboral. Gallup informó que casi la mitad de los trabajadores estadounidenses estaban preocupados por uno o más de los cuatro posibles contratiempos laborales: reducción de horas, reducción de beneficios, despidos o recortes salariales.
La depresión y el estrés predicen otras costosas enfermedades físicas
Las empresas y los países están debidamente obsesionados con doblar la curva de los costes sanitarios. Starbucks pagó más por el seguro médico que por el café, y los tres fabricantes de automóviles nacionales gastaron más en atención médica que en acero.
Lo que se reconoce menos es que el estrés y la depresión aumentan no solo los costos asociados con el tratamiento de los problemas de salud conductual, sino también la incidencia de otras enfermedades físicas costosas. Al menos dos mecanismos ayudan a explicar esta conexión entre la salud física y mental.
En primer lugar, el bienestar psicológico y los determinantes sociales de la salud pueden afectar directamente la probabilidad de que una persona adopte conductas saludables y se cuide a sí mismo, como comer y beber alcohol con moderación, hacer ejercicio con regularidad y evitar fumar y consumir drogas. Las personas con trastornos mentales y por uso de sustancias, así como las que han sufrido un trauma psicológico, tienen un mayor riesgo de padecer enfermedades crónicas como diabetes, enfermedades cardíacas y problemas musculoesqueléticos.
En segundo lugar, la investigación muestra que el estrés y la depresión provocan cambios fisiológicos, como cambios metabólicos, endocrinos e inflamatorios, que son marcadores y predictores de enfermedad. La idea de que la mente afecta al cuerpo es apenas nueva, pero la ciencia emergente de la psiconeuroinmunología está revelando en detalle las vías que vinculan los cambios en el cerebro con los efectos en el sistema inmunológico (ver recuadro, “La promesa de la psiquiatría de precisión”). Un enlace de papel stress, depression, the immune system, and cancer noted that “many studies” showed “that psychological stress can down-regulate various parts of the cellular immune response. Communication between the CNS [central nervous system] and the immune system occurs through chemical messengers secreted by nerve cells, endocrine organs, or immune cells, and psychological stressors can disrupt these networks.”1
Como ejemplo del efecto de la depresión en otras enfermedades, utilizamos un gran conjunto de datos de prescripción Optum longitudinal para explorar los posibles efectos de la depresión. Recibir una receta de antidepresivos se utilizó como marcador de depresión y obtener recetas de medicamentos utilizados para tratar la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer como marcadores de esas enfermedades. Descubrimos que obtener un antidepresivo aumentaba las probabilidades de recibir posteriormente un medicamento para la diabetes en un 30 por ciento, el cáncer en un 50 por ciento y las enfermedades cardíacas en casi un 60 por ciento. Las personas que recibieron antidepresivos tenían más de un 300 por ciento más de probabilidades de usar sedantes más adelante y un 400 por ciento más de probabilidades de obtener una receta de anfetamina.
Fuente: McKinsey & Company
Los mexicanos conforman el país donde más se trabaja anualmente.
Los mexicanos trabajan aproximadamente 2 mil 225 horas anualmente. En promedio, 43 horas semanales y 8.6 horas diarias. Además, conforman la población que se retira a la edad más avanzada (73 años). ¿Sabías que en México el promedio de vida es de 75 años? Esto podría dañar la salud de toda la población económicamente activa. Las cifras fueron proporcionadas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). En contraste, Canadá es el país donde se labora menos tiempo; es decir, mil 703 horas anuales por trabajador.
En torno a los efectos en la salud, la sobrecarga de trabajo es un gran factor de riesgo. Según Rodolfo Nava Hernández, académico de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), encontró el incremento de probabilidades de tener problemas cardiacos. De acuerdo con el académico, las personas que trabajan más de 11 horas diarias tienen más riesgos de padecer depresión. Por su parte, quienes laboran 55 horas a la semana tienen 33% más riesgo de sufrir un infarto.
El estrés es uno de los aspectos más inquietantes derivados de este exceso laboral. De acuerdo con el investigador, este factor psicosocial aumenta el cortisol, hormona que incrementa los niveles de azúcar (y favorece la diabetes). De igual forma, debilita el sistema inmunológico, causa problemas digestivos y estimula la secreción de ácido gástrico. Entre otros problemas, se encuentra el incremento de la presión arterial. Incluso, ocasiona infertilidad, irritabilidad, palpitaciones, cansancio o dolores de cabeza permanentes. Otros efectos secundarios son la falta de apetito o gula, y alteraciones en los ciclos del sueño.
Los mexicanos y otros grupos poblacionales son víctimas del estrés laboral de forma frecuente.
“De hecho, los japoneses tienen una palabra para esto: karoshi, que significa muerte por exceso de trabajo” comentó Nave. Se calcula que 2 mil 300 nipones fallecieron en 2015 por este motivo. Las leyes de ese país consideran que, si alguien fallece en dichas circunstancias, el gobierno aportará a su familia 20 mil dólares. De forma paralela, la empresa contratante debe desembolsar hasta un millón y medio de dólares.
Fuente: Arena Pública.
El tiempo que tendrán los centros de trabajo para corregir las irregularidades detectadas durante una inspección se reducirá de 90 a 5 días; los procesos serán más cortos para las multas.
La Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) tiene listos los cambios al reglamento general de inspección para fortalecer la supervisión de los centros laborales. Entre las modificaciones, la dependencia endurecerá las reglas para las empresas inspeccionadas, reduciendo de 90 a cinco días el tiempo que tendrán los patrones para corregir las irregularidades detectadas.
El reglamento todavía vigente establece que en todas las visitas que realicen los inspectores a los centros laborales, podrán fijar plazos que van desde la aplicación inmediata y observancia permanente hasta 90 días para que los empleadores corrijan las deficiencias e irregularidades identificadas.
Este periodo puede ser prorrogable por una ocasión y por un plazo igual al otorgado, siempre y cuando no se ponga en riesgo la vida y seguridad de los trabajadores. Es decir, un centro de trabajo puede tener hasta 180 días hábiles para realizar correcciones
Sin embargo, las modificaciones que realizará la STPS, y que se encuentran en revisión en la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (Conamer), limitaran a cinco días el plazo máximo para que las empresas adopten las acciones necesarias para subsanar las irregularidades que se observen durante la inspección.
Los empleadores sólo podrán tener una prórroga de hasta cinco días adicionales cuando se trate de una inspección de seguridad y salud en el trabajo, siempre y cuando el centro laboral justifique que “que el origen de las deficiencias detectadas corresponda a causas ajenas”.
Para el resto de las inspecciones, como las de condiciones generales o las de capacitación, los patrones contarán sólo con cinco días hábiles —sin prórroga— para formular observaciones y ofrecer pruebas en relación a los hechos consignados en el acta de la visita, de lo contrario podrán ser acreedores de sanciones y multas.
A partir de 2019 la STPS puso en marcha una nueva estrategia de inspección, partiendo del cruce de información con bases de datos de otros organismo públicos, lo que permitió concentrar las verificaciones en los centros de trabajo donde se han detectado anomalías. Para este año, la dependencia fijó como meta realizar 40,000 inspecciones con un enfoque especial en el outsourcing ilegal, las condiciones y seguridad de mineros y trabajadores del campo y, en especial, para el combate al trabajo infantil.
“El plazo anterior era muy largo y, en ocasiones, las sanciones aplicadas siempre se estaban litigando. Este tipo de hechos llegan a tardar hasta dos años sin que el patrón esté cumpliendo con las obligaciones”, explicó Manuel Fuentes Muñiz, académico de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Para el especialista, el nuevo plazo tiene aspectos positivos y negativos. Si bien el tiempo que se otorga actualmente es muy largo, los cinco días que se plantean es un periodo muy corto, por lo que sería necesario acompañar la nueva regla con capacitación tanto para empresarios como para la especialización de los inspectores.
“Dar un tiempo tan corto debe acompañarse de una capacitación para empresarios, sobre todo pequeños y medianos para que sepan lo que deben estar cumpliendo. Preocupa que un tema de inspección se convierta en algo de cumplimiento burocrático y que no trascienda a los derechos que tienen los trabajadores, como los equipos de protección”, subrayó el abogado laborista.
El especialista acotó que la integración de un cuerpo de inspectores no es sencilla, porque se requieren perfiles especializados en diversas áreas, pero es necesario capacitar a estos servidores públicos para un tiempo tan corto de respuesta por parte de las empresas.
Otros cambios sobre la mesa
Además de acotar el tiempo de respuesta, la dependencia plantea detallar con precisión mecanismos alternos a la inspección, nuevos objetivos de las visitas de verificación y dos supuestos más para realizar inspecciones extraordinarias, entre otros ajustes. Éstas son el resto de modificaciones:
» Mecanismos alternos
En el reglamento todavía vigente ya se contemplan los mecanismos alternos a la inspección, pero el proyecto de la STPS los detalla con más precisión. De esta manera, los esquemas a los que podrán acceder los patrones para acreditar el cumplimiento de los ordenamientos legales son:
- Programas de cumplimiento voluntario que establezca la Secretaría del Trabajo.
- Procedimientos alternativos para el cumplimiento de la normatividad laboral, como los organismos de evaluación de conformidad.
- Acciones de concertación y colaboración que la STPS determine a través de convenios.
» Visitas de asesoría
La dependencia ha manifestado un interés en fortalecer los mecanismos de cumplimiento voluntario, por lo que las empresas que se encuentren en un programa con estas características recibirán visitas para asesoría y asistencia técnica, quedando exentos de las inspecciones ordinarias.
“Los Centros de Trabajo que estén inscritos y que cumplan con los requisitos de aquellos Programas de Cumplimiento Voluntario de Inspección que la Secretaría determine no serán objeto de visitas ordinarias. En todos los casos, los Lineamientos de cada Programa de Cumplimiento Voluntario señalarán los plazos para la realización de visitas de asesoría y asistencia técnica, y para el cumplimiento de la normatividad o la legislación laborales”, refiere el proyecto.
» Inspecciones de verificación
Actualmente las visitas de verificación tienen como objetivo corroborar la información proporcionada por los empleadores en los programas de cumplimiento voluntario y la veracidad de los hechos asentados por los inspectores de trabajo en los informes. La STPS contempla ampliar este tipo de inspecciones para verificar las evaluaciones de conformidad que realizan agencias particulares acreditadas.
Las irregularidades que se detecten durante la visita con respecto a la información asentada en las evaluaciones de conformidad también podrán tener consecuencias para los organismos que ejecutan este mecanismo alterno de cumplimiento.
“Si en las inspecciones de supervisión a los centros de trabajo que pretendan dar cumplimiento a la normatividad laboral con información emitida por organismos de evaluación de la conformidad se detecta que la información es falsa o distinta con lo observado por el inspector federal del trabajo al momento de la visita, se dará vista al área competente para que se inicie el procedimiento establecido en los lineamientos que regulen el funcionamiento de dichos organismos”.
» Inspecciones extraordinarias
Este tipo de visitas, como su nombre lo dice, se realizan fuera del plan ordinario e implica que la dependencia no está obligada a notificarle con anticipación al centro de trabajo que realizará la inspección, ésta se desahoga en el momento en el que el inspector acude a la empresa.
Los dos nuevos supuestos que incluirá la STPS para ejecutar inspecciones extraordinarias son cuando se deriven de una estrategia específica del programa anual de inspecciones, como las de outsourcing ilegal contempladas para 2021, y cuando haya que corroborar el cumplimiento de medidas que se hayan dictado en resoluciones.
En 2020, la Secretaría del Trabajo realizó 30,892 inspecciones, un 17% más de las que tenían programadas, este aumento estuvo relacionado en buena medida al plan extraordinario para atender la emergencia sanitaria. Este año, las autoridades también mantendrán el enfoque en las inspecciones para verificar el cumplimiento de las medidas sanitarias.
Los inspectores del trabajo no sólo se encuentran realizando visitas para cumplir con la normatividad laboral, sino tienen el papel de apoyo para el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral en la supervisión de los procesos de legitimación de contratos colectivos.
¿Quién puede inspeccionar?
La Secretaría del Trabajo es la autoridad encargada para inspeccionar el cumplimiento de la normatividad de condiciones generales de trabajo, seguridad y salud, capacitación y adiestramiento. Éstas pueden realizarse por el cuerpo de inspectores de secretarías y gobiernos locales a través de convenios.
La dependencia federal cuenta con la plataforma “conoce a tu inspector”, una página donde los empleadores pueden verificar que el inspector sea parte de la STPS. De igual manera, los patrones pueden comunicarse a los teléfonos (55) 3000-2700 en las extensiones 65338, 65388 y 65394 para corroborar la identidad del servidor público.
Los inspectores deben portar un gafete que los acredita, los elementos que deben verificar las empresas para comprobar la autenticidad de la identidad de los servidores públicos como funcionarios de la dependencia son:
- Fotografía
- Nombre
- Código QR (recomendable escanearlo)
- Número de credencial y de adscripción
- Vigencia de la credencial
- Firma del inspector
Por ley, los empleadores están obligados a permitir la inspección. Con la reforma de subcontratación se estableció un nuevo procedimiento para las empresas que no permitan el desahogo de la visita de las autoridades. Además de hacerse acreedor de una multa de hasta 448,100 pesos, el empleador deberá acudir a la STPS a presentar la información requerida, apercibido que, de no hacerlo, se presumirá que no cuenta con ella.
Es evidente que el mundo está pasando por uno de los peores momentos de la historia, con consecuencias todavía no determinadas pero que sin duda ponen en riesgo de forma significativa y con una disrupción sin precedentes la economía global y su fuerza laboral.
No cabe duda que la pandemia del COVID19 está afectando seriamente la salud de muchas personas y el bienestar emocional de todos, ya que ha causado una enorme incertidumbre y ansiedad al afectar algunos de los aspectos más relevante de la gente, su salud, su sustento y su sentido de pertenencia.
Ante estas circunstancias las empresas se ven envueltas en una serie de retos para salir adelante; por un lado, buscando las estrategias más adecuadas para mantener la fuente de trabajo ante un entorno comercial casi paralizado con pocas ventas, con escasas oportunidades de negocio y sin ningún programa de apoyo y/o recuperación por parte del gobierno, y por el otro lado, tratando de manejar de la mejor manera el impacto de esta situación en la salud y bienestar de sus trabajadores.
Y es en este contexto que, en México, se está llevado a cabo en las empresas la implementación de la NOM-035, la cual esta enfocadas al bienestar emocional de los trabajadores, a través de la adecuada gestión de los factores de riesgo psicosocial que derivan del diseño de los procesos, la estructura organizacional y la gestión del trabajo, así como del contexto social y pueden influir negativamente en resultados psicológicos, físicos y sociales.
Los factores psicosociales en el trabajo representan un conjunto de percepciones y experiencias del trabajador sobre su ambiente de trabajo, sus factores individuales y los externos que incluyen las condiciones económicas y sociales fuera del lugar de trabajo y que impactan en él.
En virtud de lo anterior es importante analizar detenidamente la repercusión que está teniendo la pandemia del coronavirus en los trabajadores, al enfrentar incertidumbre, aislamiento, ansiedad y desaliento ante un panorama que ofrece solo miedo, desmotivación y una crisis económica de magnitud incalculable, que impactará negativamente a todos.
Esto aunado que somos uno de los países con mayores índices de estrés laboral de acuerdo con la OMS, que señala que el 75 % de los mexicanos padece de fatiga por estrés laboral o síndrome de burnout.
Es claro que necesitamos hoy más que nunca enfocarnos a cumplir con la NOM-035 ya que esto coadyuvará a prevenir y abordar los factores de estrés, apoyando con ello la emocionalidad de los colaboradores en los centros de trabajo y promoviendo un ambiente laboral que favorezca su desempeño y se evite un mayor daño potencial a la organización.
¿Cómo la pandemia de Coronavirus puede derivar en Riesgos Psicosociales?
Si partimos del hecho que la pandemia nos ha traído la necesidad de encierro en casa, falta de dinero, aumento en conflictos familiares, poca creatividad para aprovechar el tiempo libre violencia intrafamiliar e incertidumbre generalizada, el cuadro generalizado que se presenta es de ANSIEDAD.
Por otro lado, en el trabajo el panorama no es mejor al presentarse: reducción de sueldos, inseguridad contractual, paros técnicos, aumento de cargas de trabajo por despidos, aumento de rotación de personal, implementación de teletrabajo sin capacitación previa, desmotivación y liderazgo negativo, todo esto genera IRA.
Y por último ante el bombardeo de noticias sobre la pandemia y las imágenes de comercios cerrados, calles vacías, hospitales sobresaturados de enfermos, falta de equipos e insumos y gente muriendo, nuestra ecuación se completa con TRISTEZA
ANSIEDAD + IRA + TRISTEZA = ESTRES
Estas situaciones tienen una alta probabilidad de dañar la salud de los trabajadores de forma importante, afectando su desempeño laboral significativamente, manifestándose como riesgos psicosociales, tales como: presentismo, estrés laboral agudo o crónico, síndrome de burnout, violencia laboral, tecnoestrés y depresión entre otros; por lo que es vital implementar acciones concretas para reducir al máximo su impacto negativo en las empresas.
Recomendaciones para el abordaje de los riesgos psicosociales (NOM-035) en los centros de trabajo durante la pandemia del coronavirus (COVID 19
La pandemia de coronavirus es un momento decisivo en el aspecto laboral de los colaboradores, así como en su ciclo de vida. El cómo respondan las organizaciones tendrá un impacto duradero en su comportamiento, su productividad y compromiso, para ello se recomienda lo siguiente:
APOYO SOCIAL | Conectar con los trabajadores y averiguar sus preocupaciones actuales
Un elemento importante de la NOM-035 es el apoyo social que son las acciones para mejorar las relaciones sociales en el trabajo en las que se promueve el apoyo mutuo en la solución de problemas entre trabajadores, superiores y/o subordinados. Por esto es importante en primera instancia, tener una comunicación con ellos utilizando canales efectivos y contenidos confiables, compasivos y acordes con la dinámica de las crisis.
Así mismo, los procesos de comunicación dirigidos a brindar tranquilidad a los trabajadores o para ejecutar decisiones que la empresa vaya a tomar, son claves para reducir el estrés, aunado a un dialogo abierto con los Directivos, puede ayudar a que se sientan escuchados y apoyados y facilita que se apoye entre ellos también.
SENTIDO DE PERTENECIA | Generar confianza a través de una respuesta empática.
El Entorno Organizacional Favorable tiene como uno de sus componentes la promoción del sentido de pertenencia de los trabajadores a la empresa, el primer paso para favorecer este es generar confianza y empatía, sobre todo en situaciones de crisis.
Estos son los momentos en lo que podemos ver claramente que empresas trabajan para apoyar realmente a sus colaboradores con hechos y no con palabras, desarrollando un sólido sentido de pertenencia en ellos, al sentirse acompañados en estos difíciles tiempos; a diferencia de las empresas que, a pesar de manifestar su preocupación por su gente, no muestran congruencia con sus acciones.
El ser lo más transparente posible sobre el impacto de esta crisis en el negocio y las consecuencias en los empleos, ayuda reducir la incertidumbre laboral y en su caso tomar acciones previas para lo que pueda venir. Recordemos que esta situación es temporal y que mañana cosecharemos lo que hoy hemos sembrado, lo que se verá reflejado en el compromiso y la lealtad de los trabajadores.
LIDERZAGO POSITIVO | Apoyar a los líderes a cambiar su estilo
El liderazgo negativo en el trabajo, que se incluye como factor de riesgo psicosocial en la NOM-035, hace referencia al tipo de relación que se establece entre el patrón, sus representantes y los trabajadores, cuyas características influyen en la forma de trabajar y en las relaciones de un área de trabajo y que está directamente relacionado con la actitud agresiva; falta de claridad de las funciones en las actividades, y escaso o nulo reconocimiento y retroalimentación del desempeño.
Este tipo de liderazgo es nocivo para la salud mental y física; debido a su incapacidad para empatizar, superficialidad, falta de sinceridad, carácter compulsivo locuacidad y encanto superficial y con los cuales será difícil manejar esta crisis.
La nueva tendencia en el liderazgo es la formación de líderes emocionalmente inteligentes, que sean capaces de sacar lo mejor de cada uno de los integrantes de su equipo, hacerlos disfrutar de su trabajo, desarrollarlos como profesionales y como personas y tenerlos motivados.
Hoy más que nunca se requiere de este tipo de liderazgo positivo que ejerce una fuerte inteligencia emocional, cuyos hábitos y conductas reflejen confianza, compromiso, empatía y colaboración; factores claves para el manejo de la crisis que estamos viviendo ya que esto impactará muy positivamente en el Entorno Organizacional y por ende en la pronta recuperación de la empresa.
MEDIDAS DE PREVENCION | Experimentar con nuevas formas de trabajo
Probar nuevas formas de trabajo puede ser muy útil para reducir el riesgo de contagio de los trabajadores, ejemplo de ello, es que los servicios que ofrecen los trabajadores puedan tener lugar fuera del centro de trabajo habitual – en la medida de lo posible – a través del
sistema denominado teletrabajo, esto puede ser parte de las acciones para prevenir y controlar los factores de riesgo psicosocial, que se requieren para dar cumplimiento a la NOM-035.
Es necesario que en dicho esquema de trabajo también se analicen y prevengan los Factores de Riesgo Psicosocial que pueden presentarse, tales como:
- Sobrecarga de trabajo. las personas que teletrabajan a menudo perciben que la cantidad de trabajo que les es demandada les sobrepasa teniendo como consecuencia un aumento de la tensión y la aparición de estrés psicológico.
- Tiempo de trabajo. Cuando no se fijan rutinas para teletrabajar los horarios se convierten en impredecibles afectando a los ritmos biológicos.
- Exceso de exigencias psicológicas. Provenientes del uso de tecnologías de información, que puede tener como consecuencia una mala adaptación (emocional, cognitiva y/o conductual) a cualquier medio informático.
- Ausencia de relaciones interpersonales. Debido al aislamiento producido por la modalidad de trabajo.
- Ausencia de liderazgo. Por falta de supervisión.
- Conflicto familia-trabajo. Las demandas familiares interfieren en el correcto desarrollo de la jornada laboral con más intensidad al estar desarrollándose desde casa.
Es importante considerar que el teletrabajo se ha convertido en la salvación de varias empresas y parece que va a ser la tendencia incluso después de la pandemia.
La decisión final es de cada empresa de implementar la NOM-035, como meramente un requerimiento o con un enfoque estratégico que nos brinde una capacidad de reacción para dar respuesta a problemas tan graves como el de una pandemia.
Escrito por:
Ricardo Guerrero Barragán, socio fundador de HR INSIGHTS dedicada asesorar a las organizaciones en la Gestión de los Factores de Riesgo Psicosocial y en el fortalecimiento o desarrollo de un Entorno Organizacional Favorable (NOM-035-STPS-2018), para la mejora de su competitividad y productividad. Con un Master de Organizaciones Saludables impartido desde España por la Florida Universitaria adscrita a la Universidad de Valencia y con una experiencia de más de 30 años en el área de Recursos Humanos, en compañías como Avon Cosmetics, DuPont Corporativo y Hitchiner Compañía de Autopartes, le dan las bases sólidas para brindar un servicio profesional e innovador
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